Arquitecta UV desarrolla proyecto de memorial El Cobre y la tragedia de 1965 en conjunto con la comunidad
Carla Gutiérrez se tituló como Arquitecta en septiembre de este año con su proyecto para el memorial “El Cobre y la tragedia de 1965” que busca conmemorar a las víctimas del desastre provocado por la rotura del relave en el pueblo minero de El Cobre, generando un espacio de reflexión y memoria colectiva.
Cabe recordar que la tragedia se desató luego del terremoto de 7.4 grados Richter del 28 de marzo de 1965, con epicentro en La Ligua, el cual provocó el colapso de dos tranques de relaves, cuyos desechos tóxicos se derramaron hasta el poblado, lo que provocó que más de doscientas personas perdieran la vida.
Carla cuenta que “el memorial no solo honra a los fallecidos, sino que también busca recuperar el patrimonio vivo de la comunidad minera, incluyendo sus tradiciones y formas de vida, transmitiendo este legado”.
“El proyecto pretende generar una reflexión sobre los eventos que llevaron a la tragedia y sus consecuencias en la vida de la comunidad, convirtiéndose en un espacio que no solo conmemora, sino que invita a reflexionar sobre la resiliencia de la comunidad y la necesidad de valorar y proteger el patrimonio cultural y ambiental”, precisa.
“La decisión de hacerlo no fue inmediata, ni académica. Fue un año de estudio donde descubrí la magnitud de la tragedia como una de las catástrofes más grandes de Chile. La historia de las familias sobrevivientes me permitió entender que el memorial debía ser una manera de generar gestos que dialogaran con el paisaje, con las huellas del desastre, tomando en cuenta las preexistencias del lugar y los espacios. Fue una conclusión profundamente humana, que surgió del encuentro con el dolor y la resistencia de los sobrevivientes”, indica.
Escucha activa
Parte de ese proceso fue un trabajo de escucha activa con la comunidad local: “los sobrevivientes fueron el alma del proyecto, fue una experiencia enriquecedora que me ha marcado profundamente, abrieron las puertas a sus recuerdos con calidez, compartiendo cada vivencia de una manera genuina, donde existían momentos de alegría y celebración hasta aquellos más difíciles de dolor y pérdida”, señala.
“Ha sido un intercambio constante, en el cual me permitieron comprender y sentir de una manera profunda a pesar de no pertenecer al lugar. Fueron parte fundamental del proceso y sin su colaboración el proyecto no habría tenido el mismo sentido”, comenta.
Carla obtuvo un fondo para proyectos de título de la Vicerrectoría Vinculación con el Medio, financiamiento que califica como “clave en el avance del proyecto, brindándome los recursos necesarios y fortaleciendo el vínculo con la comunidad, esencial para la realización del trabajo”.
Patrimonio arquitectónico
En cuanto a las proyecciones de la iniciativa, la arquitecta destaca que “nos gustaría construirlo. Espero que en el futuro este trabajo sea considerado una contribución a la memoria colectiva y la identidad de la comunidad, y que sirva como un referente. Confío en que este proyecto será un punto de partida importante para otros trabajos de envergadura que sigan el mismo enfoque”.
“Ahora que estoy titulada me interesa profundizar en el patrimonio arquitectónico, apostando por su preservación y puesta en valor, no solo en su sentido material, sino también en las tradiciones, vivencias y relatos que dan forma a la identidad de los lugares. Mi objetivo es seguir desarrollando proyectos que involucren el rescate y la reflexión creando espacios que permitan conectar la historia con el presente y que ofrezcan un sentido de pertenencia a las comunidades”, aclara.