Rector Osvaldo Corrales: “Sólo desde la memoria podremos construir un país mejor y más justo para las nuevas generaciones”
“Estoy segura de que algún día el hombre nuevo por el que ellos tanto lucharon para hacer un país y una sociedad más justa, se hará realidad, y podremos morir tranquilos sabiendo que su legado y su sacrificio no fue en vano”.
Estas son palabras de Maylin, hermana de Yactong Juantok, quien en septiembre de 1973 era presidente del Centro de Estudiantes de la Escuela de Arquitectura de la Universidad de Chile, sede Valparaíso, y cuyo paradero hasta hoy se desconoce.
Ese texto fue leído por el sobrino de Juantok en el acto solemne con que este 11 de septiembre, en la Facultad de Arquitectura, la Universidad de Valparaíso rindió homenaje a la memoria de los dos académicos y el estudiante de esa Escuela que fueron víctimas de los crímenes de lesa humanidad ocurridos en Chile a partir del Golpe de Estado y la dictadura civil militar.
Año a año, frente al cenotafio construido en su honor, la Universidad de Valparaíso rinde homenaje a la memoria de Francisco Aedo y Carlos Gajardo, entonces profesores de la Escuela de Arquitectura de la sede Valparaíso de la Universidad de Chile, y Yactong Juantok, estudiante de la misma unidad académica.
El acto de este año fue encabezado por el rector de la UV, Osvaldo Corrales, y el decano subrogante de la Facultad de Arquitectura, Claudio Rojas. Estuvieron también presentes autoridades académicas y directivos centrales, usuarios y representantes del Taller de Memoria Histórica del Programa de Reparación y Atención Integral de Salud (PRAIS), docentes, estudiantes, funcionarios y funcionarias. Asimismo, asistieron Eliana Ceriani, esposa de Carlos Gajardo; Paulina Aedo, hija de Francisco Aedo; Claudio Cortés Juantok, sobrino de Yactong Juantok, y Maylin Juantok, hermana de Yactong.
En la oportunidad, tras una emotiva intervención del decano subrogante, hizo uso de la palabra Claudio Cortés Juantok, quien dio lectura a una carta escrita por su madre, Maylin Juantok. Allí, ella recordó que su hermano, dado su carácter y liderazgo, cuando era estudiante “asumió como representante de su comunidad, llegando a representarlos en varias ocasiones dentro del continente americano. Esta oportunidad abrió los ojos de Yactong a la realidad de que la juventud es un agente de cambio que a la larga va a fundar una sociedad más justa y mejor. Este era el hombre nuevo por el que tanto luchó. Mi hermano mantuvo esta convicción hasta el final, y aunque el día de hoy no puedo saber qué pasó con él, estoy segura de que estos mismos ideales los mantendría hasta la actualidad”.
Posteriormente, el rector Osvaldo Corrales recordó que a los nombres de Francisco Aedo, Carlos Gajardo y Yactong Juantok se suman los de Jorge Müller, estudiante de Cine a la fecha del Golpe de Estado, y Luis Sanguinetti, profesor de la Escuela de Administración Pública. Destacó que “como institución superior pública queremos hoy día renovar, como hacemos año a año, nuestro compromiso con valores como la defensa de la democracia, los Derechos Humanos, y también la mantención de la memoria histórica”.
Apuntó Corrales que las heridas del Golpe de Estado no han sanado “y probablemente nunca lo hagan, porque todavía nos falta saber toda la historia, todavía tenemos la vergüenza de que existan detenidos desaparecidos en nuestro país”, enfatizando que el compromiso por defender la memoria histórica es indispensable, no solo de los detenidos desaparecidos, sino también de los ejecutados y de todos quienes fueron víctimas de la violencia y la represión. “Tenemos el firme compromiso de que las nuevas generaciones conozcan esta verdad, sepan lo que pasó en nuestro país, sepan cuáles son las consecuencias de la violencia y del odio, precisamente para que nunca más sean una realidad”.
El rector expresó que “vivimos en un mundo donde la democracia sigue siendo una conquista frágil y donde los Derechos Humanos siguen siendo relativizados. Tenemos el deber de promover esas conquistas civilizatorias, de modo tal que se asienten como prácticas comunes en todos los ciudadanos y ciudadanas de nuestro país, pero particularmente en nuestras y nuestros estudiantes”. Y subrayó que “necesitamos garantía de no repetición, de que estos hechos nunca más vuelvan a ocurrir. (…) Queremos hacer un llamado sobre todo a las nuevas generaciones, a que mantengan este rito en torno al cual nos congregamos todos los años y que busca precisamente mantener viva su memoria, porque solo manteniendo viva la memoria (…) es que podremos decir que quienes fueron los perpetradores del odio serán efectivamente derrotados (…) y podremos decir que la muerte de tantos compatriotas no habrá sido en vano. Sólo desde la memoria podremos construir un país mejor, un país más justo para las nuevas generaciones”.
La ceremonia consideró la interpretación de dos obras por parte de la Agrupación Musical de Cámara de la Universidad de Valparaíso: una pieza que Jorge Peña Hen, docente y director de orquestas infantiles, compuso y escribió en un papel de cigarrillos poco antes de ser asesinado por la caravana de la muerte en 1973, y la canción “Arriba en la cordillera” de Patricio Manns.
Al cierre del solemne acto, las y los presentes depositaron claveles rojos en el cenotafio construido en memoria de quienes fueron víctimas de la violencia del golpe de Estado y la dictadura.