El Tony Chico Llega a Sala Negra Juan Barattini Carvelli en formato presencial
La obra “El Toni Chico”, de la compañía Geografía Teatral se presentará de forma presencial en la Sala Negra de la Escuela de Teatro de la Universidad de Valparaíso, este viernes 5 de noviembre, a las 19 horas, macando además el cambio de nombre del tradicional espacio a Juan Barattini Carvelli, en honor al destacado académico y dramaturgo porteño.
La ahora denominada Sala Negra Juan Barattini Carvelli, se ubica en Av. Brasil 1647, Valparaíso. La obra es con entrada liberada y reservas al
La compañía Geografía Teatral se encuentra conmemorando sus 15 años de trayectoria con el estreno de su nueva versión de El tony chico, una nueva puesta en escena del clásico de Luis Alberto Heiremans protagonizada por David Gaete, Barbara Vera, Coca Miranda, Elisa Vallejos, Eugenio "Kone" Morales y Valentina Torrealba.
Para su director, Tomás Espinoza, la clave de esta apuesta radica en indagar en el asombro a partir de lo simple: el reflejo de una vida a la deriva, luego de haber visto, sentido y perdido el amor.
“La desesperación ante el sentido efímero de las cosas. Es una obra muy existencialista pues Heiremans la escribió prácticamente agonizando y por eso tiene tanta lucidez, y desesperación al mismo tiempo. Es un delirio agonizante, que en su época –los años 60’- requería ser representada de manera mucho más realista y que nosotros nos estamos dando la licencia de extrañar, de permitir que el espectador entre de modo más sensorial y alucinógeno al viaje de su protagonista”, señala.
También destaca la mirada feminista que quisieron dar a su adaptación. “En conjunto al equipo dimos un rol actual a todas las mujeres de la obra, en sintonía con nuestras nuevas perspectivas feministas, incluso volviendo protagonistas a las “Palomitas”, estás mujeres que venden pasteles a la orilla de la carretera, que en la versión original son sólo una imagen y en nuestro trabajo son el eje del relato”, dice.
Landa es un hombre alcohólico que recorre a pie carreteras, sin un rumbo. Su última borrachera lo ha hecho caer inconsciente a un costado del camino y despertar en medio de un circo en decadencia. La extraña aventura parece un sueño: malabaristas, leones y payasos conforman su nuevo entorno. Sin embargo, lo más fantástico es que en este lugar todos están tan a la deriva como él. Así se conforma una familia de errantes, soñadores y esperanzados.
El tony chico significa además el regreso de la compañía al formato presencial, tras el cierre de salas derivado de la pandemia. “El teatro debe revalorizarse como espacio de encuentro y de conversación, por sobre el espectáculo; su valor está en su formato colectivo, por sobre la particularidad de la obra que sea. Esta vuelta es una entrega más honesta, menos competitiva y más afectiva. La realidad nos entrega espectáculos apocalípticos casi a diario, el mundo está en una época absolutamente convulsionada, ante la cual el teatro quizás es un refugio más calmo y reflexivo, un espacio de conectarse con emociones más que saturarse de efectos”, concluye.
El tony chico
Landa es un hombre alcohólico, que recorre a pie carreteras, sin un rumbo. Su última borrachera lo ha hecho caer inconsciente a un costado del camino y despertar en medio de un circo en decadencia. La extraña aventura parece un sueño: malabaristas, leones y payasos conforman su nuevo entorno. Sin embargo, lo más fantástico es que en este lugar todos están tan a la deriva como él. Así se conforma una familia de errantes, soñadores y esperanzados de encontrar un sentido a la miseria, como si lo tuviera. Esta desgarradora historia del dramaturgo Luis Alberto Heiremans es montada hoy por la compañía Geografía Teatral, quienes recogen el imaginario local dejado por el estallido social y la pandemia, como el nuevo escenario para montar este noble circo de humanos en búsqueda de amor, esperanza y dignidad.