La compañía CTM (Cuerpo- Texto- Multimedia) presenta la obra “El maldito qlo” los días viernes 6 y sábado 7 de octubre a las 19 horas en la Sala Negra de la Escuela de Teatro de la Universidad de Valparaíso, ubicada en Av. Brasil 1647, Valparaíso.
La adhesión general es de $3.000 y $2000 para estudiantes y personas mayores. Las reservas deben realizarse al correo
La obra, que fue estrenada recientemente en el Teatro Mori y que por primera vez verá la luz en Valparaíso, se muestra como una experiencia de teatro contemporáneo. El trabajo que realiza Colectivo CTM desde el año 2014, mezcla distintos lenguajes escénicos para dar vida a una pieza única en la que se trabaja el teatro físico, los universos sonoros, la visualidad y el texto, en el que se abordan temáticas sociales y marginales.
En escena, Eva Valeska lleva seis días esperando a su pololo que se fue sin decir nada. Al volver, Jeison no habla, solo se encierra en lo que parece ser un dormitorio. Eva Valeska, desde el otro lado de la puerta, intenta saber dónde estuvo, con quién estuvo y qué fue lo que hizo durante todo ese tiempo.
El coa y la salud mental
María José Pizarro es dramaturga, directora e intérprete de la obra. Es docente de actuación en la Escuela de Teatro UV y el año 2021, entre pandemia y presencialidad, participó del concurso de dramaturgia “La Rebelión de las Voces”, de Santiago Off.
“Para ese concurso escribí el texto en el que descargué toda mi rabia e investigación, la que estaba centrada en el coa y en la estética flaite. El texto quedó seleccionado y tuvo una primera lectura dramatizada en Teatro del Puente en diciembre, dirigida por Alexandra Von Hummel”, cuenta.
“La obra mezcla estos elementos con el problema de la salud mental en Chile. Sobre la dramaturgia destaco la selección de palabras para crear el relato, su significado contextual y cómo a veces esas palabras que nos dan risa esconden una tragedia terrible. Es una obra con muchos garabatos, eso nos habla de un territorio, un lugar, un país que quizá a veces se nos hace distante, pero que vemos a diario a nuestro alrededor”, añade.
En cuanto a la dirección, señala que “ha sido un hermoso desafío porque para esta obra llamé a trabajar a un exestudiante y me siento muy responsable de ello. Ha sido un proceso de mucha confianza de ambas partes y también de mucho aprendizaje”.
Leonardo López de Areachaga, intérprete en escena, destaca “la unión multidisciplinar que la directora visualiza en su trabajo y, en particular en esta obra. Van a ver a un cuerpo extracotidiano, mucho baile, multimedia, una dramaturgia tan real que llega a generar pavor para quienes la escuchan. Explorar en el teatro físico ha sido un desafío que previamente no me había planteado, me ayudó mucho a conocer mis propios límites corporales y a cómo ponerlos en diálogo con la interpretación”.
“Esta es una obra que invita al público a reflexionar en torno a nuestros prejuicios sobre los demás, en particular sobre los jóvenes vulnerables o la población urbana. Es una invitación para ver todo aquello que usualmente no vemos de ellos e incluso de nosotros mismos. Al final del día no existe ropa, música o estilo que nos excluya de ser todos seres humanos y personas sensibles”, expresa.